Marcos Cristal

Inteligencia lúdica
Argentina
co

¿Quién soy?

Fundador de BSKSims (simuladores de negocios). Unos veinte mil ejecutivos participaron en mis programas y charlas en cuatro continentes. Autor de El equilibrista e Inteligencia lúdica. Economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y certificado en Advanced Management and Leadership por el Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Profesor del MBA de la UBA, director académico del programa Inteligencia Lúdica de la UTDT, y profesor invitado del Esade de Barcelona, del TEC de Monterrey y de la Universidad de Miami.

  • Inteligencia lúdica
  • Liderazgo ágil
  • Mindflex innovador

¿Qué hago?

Soy conferencista, escritor, profesor universitario y emprendedor. Dirijo BSKSims, una de las cinco empresas globales con mayor experiencia en el desarrollo de juegos de simulación para capacitación.

Creé el concepto de inteligencia lúdica, cuya aplicación se basa en estudios neurocientíficos y en 25 años de práctica profesional utilizando juegos y dinámicas lúdicas en mis presentaciones y programas, en los que integro presentaciones conceptuales con dinámicas lúdicas y sesiones de reflexión. 

Numerosos estudios confirman que este enfoque, aprender jugando/haciendo, se ha convertido en una de las metodologías más exitosas para despertar entusiasmo en los participantes y crearles compromiso.

Estas dinámicas promueven el desarrollo de una inteligencia y una actitud más lúdica en los equipos, al integrar las inteligencias racional, emocional, práctica, colectiva y digital de los participantes.

Esta integración de inteligencias eleva exponencialmente el desarrollo del aprendizaje, la cooperación, la innovación y la agilidad en las organizaciones. 

¿De qué hablo?

En un entorno cada vez más incierto y cambiante, no es efectivo dedicar energía a hábitos milenarios como predecir el futuro, tener todo bajo control y estabilidad. La clave pasa por desarrollar una actitud de aprendizaje, cooperación e innovación. ¿Cómo? Desarrollando una inteligencia y una actitud más lúdica. 

Al jugar (curiosidad/experimentación) creamos mundos imaginarios y aprendemos a interactuar con otros y con el entorno. Así descubrimos y encontramos nuestro lugar en el mundo. Según Freud, este impulso lúdico no desaparece en la adultez, sino que se transforma: continuamos imaginando mundos (un nuevo trabajo, una nueva relación), pero, a diferencia de los niños, buscamos hacerlos realidad. 

Estudios neurocientíficos confirman que cuando una persona entra en un estado más lúdico, y se apasiona, más áreas y conexiones cerebrales intervienen, en comparación con cualquier otra actividad humana. Más áreas y más conexiones cerebrales aseguran más concentración, más innovación y más aprendizaje. 

¿A quién le hablo?

Me dirijo a aquellos emprendedores, directivos, gerentes y jóvenes profesionales con aspiraciones de trascender, que tienen al menos tres aspectos en común. Ellos buscan: 

  • Crear/encontrar entornos en los que puedan desplegar actitudes tales como explorar, innovar, cooperar, empoderarse, aprender, cambiar y contribuir, apoyados por la tecnología. 
  • Lograr una alineación en su trabajo y en su vida entre lo que sienten, piensan y hacen, con el objetivo de aprovechar algunas de las infinitas oportunidades para cocrear nuevos mundos e iniciativas. 

 

  • Desarrollar la habilidad para transitar por las paradojas y tensiones de los entornos complejos, es decir, cómo satisfacer simultáneamente a clientes, colaboradores, accionistas y comunidad. Esto se puede conseguir, por ejemplo, logrando un balance dinámico entre los objetivos de rentabilidad, crecimiento, riesgo y sostenibilidad de los negocios. 
Una inteligencia y una actitud más lúdicas son claves para aprender, cooperar e innovar exponencialmente.
- Marcos Cristal
  • Inteligencia lúdica para generar más cooperación, innovación y aprendizaje. 
  • Liderazgo ágil para potenciar los equipos y el valor agregado. 
  • Mind(flex) innovador para responder a las necesidades de los stakeholders.

Con Google entramos de lleno a la era de la información. Nos ilusionamos con que todo el conocimiento humano estaba a un clic de distancia. Los cambios acelerados y la incertidumbre de los últimos años (pandemia mediante) nos demostraron que demasiada información confunde y que un sinnúmero de saberes ya no funcionan. O, al decir de Goldsmith, “el camino que nos trajo hasta aquí no será el que nos llevará allí”. ¿Cómo intervenir cuando no se tiene la respuesta ya probada? Piaget define la inteligencia como “aquello que hacemos cuando no sabemos”. De la era de la información pasamos de lleno a la era de la inteligencia (incluida la inteligencia artificial). 

La inteligencia lúdica implica tener un liderazgo más rotativo, así como aplicar enfoques ágiles, de cooperación, experimentación e iteración, en ciclos cortos de mejora, y en interacción permanente con el cliente, en los que la innovación esté en la base, apoyados más en un mind(flex) que en un mind(set). Históricamente, el camino era idear/planificar/implementar en estancos separados en el tiempo. La inteligencia lúdica propone promover ecosistemas en los que hacer/innovar/aprender suceden de manera simultánea, en una espiral creciente de oportunidades y retos, buscando navegar por las paradojas y tensiones que implican agregar valor a diferentes stakeholders al mismo tiempo.

Proponemos desarrollar una inteligencia y una actitud más lúdica que integre lo racional, lo emocional, lo colectivo, lo intuitivo y lo digital como las claves para responder al entorno actual.

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El equilibrista: cómo integrar tu vida y tu trabajo 
Inteligencia lúdica: potenciar la innovación y la cooperación para crear organizaciones más ágiles. 

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