Íngrid Pérez Trujillo
¿Quién soy?
Soy una marketera enfocada en generar bienestar y agregar valor. Soy experta en definir visiones sólidas y estratégicas centradas en las necesidades de los consumidores, las tendencias del mercado y las prioridades de las marcas.
Mi enfoque es transformador, siempre buscando impulsar la innovación, motivando y guiando a equipos multiculturales y apoyando el liderazgo femenino.
Fui reconocida como una de las Mejores Marketeras de Latam en 2022 y Woman to Watch en 2021, y he recibido diferentes premios por innovación y liderazgo.
- Ageing
- Diversidad generacional
- Equipos de alto desempeño
- Liderazgo con Propósito
- Liderazgo femenino
- Marketing
¿Qué hago?
Me dedico a generar bienestar a los consumidores, a hacer tangible el propósito de las marcas y a desarrollar personas.
Lidero con el ejemplo y mi lema es “Hacer el bien, haciendo las cosas bien”.
Llevo años recorriendo el camino del marketing, liderando la estrategia de marcas locales y globales como Dolex/Panadol, Frenadol España y Claro Colombia, y desarrollando talentos en diferentes países.
Creo en la importancia de priorizar, desarrollar una perspectiva sólida, definir los impulsores de valor correctos y las prioridades para ganar y ser relevantes y sostenibles en el tiempo.
He trabajado en grandes compañías y he sido emprendedora. Mi objetivo es desafiarme, compartir conocimiento y contribuir al éxito y al crecimiento de las personas, las marcas y las organizaciones con las que me involucro. Creo en la trascendencia, en dejar una huella positiva y en liderar con propósito y pasión en cada paso del camino.
¿De qué hablo?
Propósito, curiosidad y liderazgo femenino.
Hacer tangible el propósito permite crear una relación distinta con los empleados, los clientes y la comunidad. Más significativa y menos transaccional. Lo ideal es que las acciones sean coherentes con nuestra promesa de valor, que nuestros esfuerzos tengan un mayor valor humano, además de generar ventas, y por ende tengan un impacto en la sociedad y sean una motivación para ser parte de una compañía.
Hay que preguntar, escuchar, innovar y equivocarse. Ser curioso significa reconocer que no sabemos todo y que queremos más; que estamos abiertos a cambios, a nuevas tendencias y a afrontar momentos difíciles con resiliencia; que queremos asombrarnos y asombrar, lo que abre la puerta a la innovación. Que estamos dispuestos a equivocarnos, a aprender de ello y a enseñar con base en nuestra experiencia.
El liderazgo femenino implica fomentar y buscar la equidad, identificando diferencias y enfocándose en las fortalezas.
¿A quién le hablo?
Consumidores y cliente interno. Los consumidores son clientes actuales y potenciales.
Hay dos caminos para abordar a las personas: el fácil e incorrecto, creer que todos somos iguales, todos queremos lo mismo y nos encantan los impactos publicitarios. Y el complejo y correcto, que es pensar en audiencias. Entender los motivadores de compra, los intereses, las características demográficas y psicográficas, y con base en esto adaptar la oferta, tono, forma, frecuencia y medio. Mensajes hipersegmentados, personalizados y relevantes.
El cliente interno es mi segunda audiencia clave. De nada sirve segmentar si no tengo una oferta concreta por grupo de cliente; de nada sirve crear audiencias y expectativas si no están conectadas con la estrategia de la compañía. Y esto solo se logra trabajando alineados, poniendo al cliente en el centro de todo, orquestando aquellas acciones que nos permiten ser relevantes, satisfacer al cliente y generar lealtad y credibilidad.
- La curiosidad habilita la innovación y la relevancia.
- Si el propósito de una marca no es tangible para los clientes, no existe.
- Identificar los intangibles que uno necesita como líder mejora el trabajo en equipo.
Ser buen líder implica que uno se cuestione permanentemente y defina unos parámetros para sí mismo y para su equipo.
Cuatro consejos:
Lo primero es desarrollar la perspectiva. Tener una visión clara y mantenerla; liderar con un punto de vista fuerte e inspirador, pero siempre escuchando y observando tendencias y realidades.
Lo segundo es aprender a priorizar. Puede parecer obvio, pero no lo es. Implica definir los objetivos claros de un equipo, invertir tiempo compartiéndolos y reforzándolos para que todos los entiendan y asimilen, y tener la inteligencia y humildad para redireccionarlos si el camino no funciona.
Lo tercero es definir qué es negociable y qué no lo es. Qué características deben tener los miembros de mi equipo para funcionar y qué “intangibles” son un requisito para mí. Esto varía en función del líder y del tipo de trabajo, pero muchas veces los “intangibles” son los motivos por los cuales se rompen los equipos, si no se han definido. Estos intangibles son características humanas tan amplias como el mismo mundo laboral, y son la base de la convivencia y la armonía. Ser leal, curioso, optimista, realista, serio, vivir sonriendo, madrugar, trasnochar. Usted decide.
Lo cuarto y último es aprender a tomar decisiones difíciles. ¿Esta es la persona que necesitamos hoy? ¿Soy el líder inspirador que necesitan este equipo y esta compañía hoy? ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar? ¿Qué necesito aprender ya? ¿Esto me hace feliz? ¿Cuándo suficiente es suficiente?
Clic para conocer másCONTACTO