Camilo Herrera

Costumer centered
Colombia
co

¿Quién soy?

Bogotano. Feliz esposo de Paola Cadavid Rojas, orgulloso padre de Valentina y Enrique. Economista y filósofo de formación, marketero y analista por vocación; empresario, profesor, (d)escritor y conferencista. Fundador de Raddar Consumer Knowledge Group. Dedicado a entender el porqué de las cosas, para causar el cómo solucionarlas y mejorarlas.

Reconocido como World Leader Business Person (2013), el Bloguero más leído en Colombia (2017) y Mejor Profesor de Mercadeo en Colombia (2021). Dos de mis libros fueron bestsellers de Editorial Planeta.

  • Economía global, de América Latina y Colombia
  • Marketing

¿Qué hago?

Investigo al consumidor y al comprador para comprender por qué hacen lo que hacen. Desde allí entiendo el mercado, para comprender cómo el comportamiento de cada uno es el que cambia la economía y no al revés; así, puedo recomendar a empresas y organizaciones rutas de acción para poner al consumidor en el centro de su ecuación de valor, porque ese debe ser el objetivo de toda institución (las utilidades son solamente resultados). 

Por esto fundé Raddar, un think tank de pensamiento que ayuda a entender la diferencia entre comprar y consumir, adquirir y usar, tener y satisfacer, que comenzó en Colombia en 2005 y ya mide en 17 países de América Latina. 

Para difundir lo aprendido, reflexionado y comprendido, publico libros, columnas, videos,doy conferencias y dicto clases desde el CESA hasta Wharton. La idea es compartir lo que el consumidor me ha enseñado. 

¿De qué hablo?

Todos somos consumidores, pero no todos somos somos compradores; ese es el secreto. Comprender la economía desde las personas y no desde los grandes números permite entender cada mercado desde su origen. 

Así, cada conferencia que doy está centrada en el consumidor, su evolución, pasado y futuro; está basada en sus tendencias, decisiones, motivaciones, percepciones y creencias, según la necesidad de la audiencia, porque un “centennial gringo” nunca será como un “centennial latino”. 

El sujeto siempre es el mismo: el consumidor. Cómo este cambia el mundo y cómo el mundo lo cambia a él. 

Mis conferencias son el storytelling de la microeconomía, macroeconomía, política, tecnología, mercadeo, ventas, canales y hasta historia y futuro, para que la audiencia pueda saber con hechos qué es lo que pasa y comprenderlo en palabras sencillas; son conferencias pensadas para que todos las puedan entender: del dato al cuento.

¿A quién le hablo?

En el método “Del dato al cuento” se toma al consumidor, comprador, ciudadano y persona como centro de la incierta historia que lo rodea para llevar este análisis estratégico, geopolítico, económico, sociocultural, micro y macroeconómico, empresarial, comercial, financiero, de mercadeo y de mercados, a juntas directivas, consejos asesores, juntas directivas, ministerios, gobiernos, eventos, congresos, seminarios, clases, posgrados, videos, entrevistas, libros, columnas e incluso foros globales, a instituciones públicas, privadas, multinacionales y multilaterales a más de 80 países, en un poco más de 20 años. La clave está en que en “Del dato al cuento” se les habla a las personas, no al técnico que hay en ellas.

Comprender la economía desde las personas y no desde los grandes números permite entender cada mercado desde su origen.

Es tan triste el amor a las cosas; las cosas no saben que uno existe
- Jorge Luis Borges
  • El objetivo es satisfacer al consumidor. Las utilidades son resultados. 
  • Compramos en el 5 % de nuestra vida, pero consumimos en el 100 %. 
  • El gasto de hogares explica la economía. El consumo, la sociedad.

El consumo salvó a la humanidad. Muchos confunden consumo con consumismo, pero eso es como confundir sociedad con socialismo. Desde que nacemos consumimos algo, por ejemplo una manta que nos protege del cambio de ambiente, pasando del amor materno a un mundo incierto, y allí comienza todo. Todo lo aprendemos consumiendo. 

Por años, las organizaciones se enfocaron en el marketshare, debido a su visión comercial, que les indica que es clave saber qué cuota de mercado se tiene y cuánta se puede obtener; sin embargo, desde finales del siglo XX comprendimos que las personas toman decisiones más desde la emoción que desde la razón, y se evidenció la necesidad de buscar nuevos indicadores para comprender mejor estas acciones y mejorar la calidad de vida de las personas. 

Pasamos de una economía financiera centrada en el dinero a una economía comportamental centrada en la gente. Por eso, en mis primeros textos sobre el consumo y el consumidor escribí acerca de la necesidad de medir, analizar, estudiar, comprender y aprender sobre la diferencia entre comprar y consumir, pasando del marketshare al pocketshare y yendo más allá del tiempo en que producimos, hasta el tiempo en que consumimos. 

Se piensa que solo consumimos 24 horas diarias, pero la verdad es que consumimos más de 600 horas de bienes y servicios en ese tiempo. Así, lo importante no es cuánto dinero destinan a comprar su producto, sino cuánto tiempo su producto satisface a su consumidor.

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